Titanic: el buque de los sueños.

Llamaron al Titanic: el buque de los sueños, y lo era, realmente lo era.

— Exteriormente era todo lo que una jovencita bien educada debía ser... pero mi interior gritaba en rebeldia.

—Creo firmemente que la vida es un regalo y no pienso desperdiciarla, nunca se sabe de qué manera se repartiran las cartas la proxima vez. Aprendes a aceptar la vida tal como viene, asi cada dia cuenta.

—Haz que cuente.


—Solo sigue los pasos, no pienses.

— Dime que iremos a esos lugares perdidos... ¡aunque sea solo por soñar despiertos!

—Rose, no eres un retrato ameno. De hecho eres una niñata malcriada. Pero, debajo de eso, eres la más sorprendente, perturbadora y maravillosa mujer que he conocido. No soy idiota, sé como funciona el mundo. Se que no tengo nada que ofrecerte, solo llevo 10 dólares en el bolsillo, pero... ellos te tienen atrapada y ese fuego que siento por ti tarde o temprano puede apagarse. Si saltas, yo salto. ¿Recuerdas? No puedo irme sin saber que estarás bien. Eso es todo lo que quiero.

—Vuela alto, muy alto.

— "Rose ¿Cómo averiguaste que no fui yo?"
— "No lo hice, me di cuenta de que ya lo sabía.”


—Ganar ese boleto ha sido lo mejor que me ha sucedido. Me trajo a ti. Y estoy agradecido por eso, Rose.

— ¿A donde señorita?
—A las estrellas.


—El corazon de una mujer es un profundo océano de secretos.

—Él me salvo en todos los sentidos en que puede salvarse a una persona.