Volvió la chica de ayer.

Si voy a perderme que sea entre fiestas; entre humo y entre barriles de cervezas; botellas de vodka o de whisky; del vino mas caro o de ron dominicano. Me pondré mis tacones más altos y me comeré el mundo, seré toda una dama, tú solo seras un vagabundo. Labios rosa pastel o rojo putón, perder la cabeza o perder el tacón, no me importará nada, perderé el control, me soltaré el pelo y querrán hacerme el amor, ninguno lo conseguirá, ahora la que manda soy yo, la que tiene el mando, la que lleva el timón. Sonreiré hasta volverme loca, todos a tres centímetros de mi boca, ninguno la conseguirá, seré su mayor coca, las más cara de todas: nadie me toca, la más adictiva: me convertiré en toda una diva. El perfume mas caro será el olor de mi piel, seré toda una dulzura, me confundirán con la miel. Todos querrán rozar mi cuello, besaran mis huellas en el suelo. Seré toda una princesa, una diosa Afrodita, un inalcanzable solo igualable a la Mezquita. Llevare una corona invisible en lo alto de mi cabeza, ninguno la verá, todos sabrán que la llevo puesta. Toda un imposible, tan indispensable como en una guerra un rifle. Nadie me conocerá de verdad, pero dejare mis huellas al pasar. Me escribirán poemas a lo Adolfo Bécquer, la protagonista de cada película, seré una chica de revista. Se acabaron los juegos, ya no hay ganadores, ahora todos sois unos simples perdedores, Volvió la chica de ayer hecha toda una mujer, esa que no conseguías y te tenía a sus pies. Ya no hay vuelta atrás, todo se acabó, se terminó desvaneciendo, ya no existe el amor.